Los gatos – 2 de 6

¿VEN LOS GATOS EN LA OSCURIDAD?

¿TIENEN RADAR LOS GATOS?

¿HAY GATOS COMO SANSÓN?

¿SON ALPINISTAS LOS GATOS?

¿CUÁNTAS ALMOHADILLAS USA UN GATO?

¿BAILAN ROCK LOS GATOS?

El gato, además de sus recios y elásticos músculos, es dueño de 290 articulaciones óseas, que a manera de goznes, le permiten una increíble libertad de movimientos y son casi irrompibles.

El potente corazón del gato alcanza la fantástica cantidad de 140 pulsaciones por minuto, lo que hace que todo su cuerpo y su cerebro se oxigenen intensamente, haciendo a este animal casi inmune a la fatiga.

El nombre egipcio del gato es mau, y esta palabra significa ver. Y nada más adecuado, ya que los gatos tienen los ojos dispuestos de tal manera, que además de cubrir un área de 130 grados, tienen una vista tan aguda, que les facilita ver en la oscuridad casi total, como ningún otro animal, con excepción del buho y de la lechuza.

Y es que los gatos poseen una gudeza visual seis veces superior a la de los humanos, debido a que la retina de sus ojos se contrae de tal manera con la luz normal, que llega a parecer una simple línea.

Pero en cambio, en medio de la oscuridad, su retina se abre tanto, que abraca todo el ojo del gato, dándole un aspecto fosforescente y demoníaco, por lo que se le ha considerado encarnación de Satanás.

Por esta razón, existe la creencia muy generalizada de que el gato hipnotiza a sus presas, pero en realidad, aunque destruyamos esta teoría espectacular, no es la hipnosis, sino el terror el que paraliza a sus víctimas.

Contra lo que pudiera creerse en un animal que es hábil cazador, el olfato del gato es bastante limitado.

Pero la naturaleza compensó con creces esta deficiencia, dotando al gato de una fantástica sensibilidad en sus erectos, recios y móviles bigotes, que le sirven como instrumentos de radar.

Gracias a este sensitivo radar de sus bigotes, el gato posee un prodigioso sentido de orientación que le hace percibir instantáneamente los objetos que se encuentra en su camino, aunque tengan la pequeñez y la huidiza movilidad del más diminuto ratón.

Esto hace del gato el cazador más consumado que existe, ya que pone en juego numerosas facultades: astucia, paciencia, rapidez y habilidad, sin que nunca el ratón logre burlarlo; o lo que es lo mismo: así como Sansón perdió la fuerza sin su cabello, los gatos pierden su habilidad sin sus mostachos.

Aunque no hay que buscarle tres pies al gato, las 18 puntiagudas uñas que tienen los gatos en sus cuatro patas (10 en las delanteras y 8 en las traseras), pueden competir con las más afiladas dagas orientales.  Y el gato es un certero manejador de estas armas, de las que se vale, no solamente para defenderse y para desgarrar a su presa o a su enemigo, sino para trepar aferrándose a las superficies lisas o verticales, clavándolas como si fueran piolets de alpinista.

Por regla general, las uñas del gato permanecen siempre ocultas debido a su facultad para retraerlas, lo que hace que su marcha sea silenciosa y acojinada, como si caminara sobre almohadillas.

Este mismo efecto de retraer sus uñas, evita que se desgasten, manteniéndolas siempre afiladas, puntiagudas y listas para valerse de ellas.

Después de todo lo anterior, y como dice el refrán: ¿Quién le pone el cascabel al gato?

El oído del gato es bastante desarrollado, y según se ha probado últimamente, muy sensible a la música.

Estudios hechos al respecto, han sacado en conclusión que los gatos belicosos prefieren a Wagner.

Los gatos mimosos, en cambio, sienten gran afición por Schubert.

Y algo curioso: según se ha comprobado, los gatos persas son apasionados del rock, aunque se ignora por qué.

Así es que, no debemos extrañarnos, si sorprendemos a nuestro micifuz bailando rock.

GRACIAS POR VISITAR MI BLOG

Me agradaría saber si te gustan los artículos publicados en orizabachayotero.

Déjame un comentario. Gracias


Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *