¿QUÉ ES LA FIEBRE?
¿POR QUÉ SE PRODUCEN LAS INFLAMACIONES EN EL CUERPO?
¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LOS LEUCOCITOS O GLÓBULOS BLANCOS?
¿CUÁNTO ES EL PODER DE UNA LÁGRIMA?
¿QUIÉNES PROTEGEN NUESTRA SALUD?
La sabia naturaleza, más que curar las enfermedades, preservan la salud atacando a millones de gérmenes que enferman y aún causan la muerte del hombre.
Nocivas bacterias y virus penetran diariamente en el cuerpo por medio de los alimentos.
Infinidad de gérmenes nocivos recibimos a través de nuestra nariz, garganta o intestinos. ¡Pero nuestra salud está (casi) protegida!
¿Cómo se realiza este prodigio?: Simplemente por la acción de un sistema que se llama Defensas Orgánicas.
Cuando cae en el ojo una basurita cualquiera, de inmediato las lágrimas entran en acción.
Las lágrimas tienen una sustancia antiséptica llamada lisozima, tan poderosa que una sola lágrima disuelta en dos litros de agua, destruye millones de microorganismos.
También la saliva contiene lisozima, y además leucinas, lisinas y plaquinas. Estas son las defensas que destruyen los gérmenes en la boca y la nariz; y si alguno de estos traspasaran esa barrera y llegaran al estómago, allí entrarían en acción los jugos gástricos para matar a los sobrevivientes.
Y si algún virus o cuerpo extraño lograra sortear estas defensas, el estornudo y la tos actuarían contra ellos para arrojarlos del cuerpo, en un duelo a muerte.
Cuando el elemento dañino penetra al organismo por grietas, heridas y otras lesiones, nuestro cuerpo se defiende produciendo inflamación o hinchazón.
A esta inflamación de la parte herida llegan los leucocitos o glóbulos blancos a combatir los gérmenes extraños que produjeron la infección. Esta es la función primordial del leucocito: exterminar a los invasores.
La globulina gamma es un componente de la sangre, y en ella tenemos un inmenso regimiento de anticuerpos cuya principal función es poner una señal sobre el microorganismo nefasto para que sea atacado directamente por los leucocitos y los macrófagos.
Resumiendo, podríamos decir que la salud depende del buen funcionamiento de las defensas orgánicas, del equilibrio entre barrera y barrera y en la correcta distribución de murallas defensivas.
El cuerpo humano está capacitado para defenderse de los virus y toxinas, resultando que la salud es un milagro prodigioso que se realiza constantemente.
Pero, ¡Atención!, nuestro organismo no actúa por si solo.
El reino animal, excluyéndonos a los humanos, busca por propio instinto sus medios de preservar su salud.
El ser humano también, aunque muchas veces nos desatendemos de ello.
Teniendo la capacidad intelectual que poseemos, debemos ayudarlo, ayudándonos a nosotros mismos, procurando darle a nuestro organismo una vida sana y los nutrientes necesarios para que siga produciendo sus defensa propias.
Y, por vida sana, no quiere decir abstención completa y total de algunos divertimientos. También es saludable, de cuando en cuando, “una canita al aire”.
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TENEMOS CORAZÓN DE CHAYOTE.
UN POCO EN SERIO. UN POCO EN BROMA.
¡PRONTO HABRÁ SORPRESAS!
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