“Un estómago vacío, es un mal consejero”. Albert Einstein.
“La mejor salsa, es el hambre”. Sócrates.
“El mayor enemigo que el amor tiene, es el hambre“. Miguel de Cervantes Saavedra.
“Cuando el hambre aprieta, la vergüenza afloja”. Ramón Valdés (Don Ramón)
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Article>Lin Yutang’s ‘Red Chamber Dream’ discovered</Article>
Lin Yutang, nació en China en el año 1895. Estudió en la universidad de Shangái, y obtuvo una beca para el doctorado en la Universidad de Harvard., de donde pronto se fue a vivir a Francia y posteriormente a Alemania, donde se doctoró por la Universidad de Leipzig, y finalmente a la universidad de Pekín. Desarrolló un nuevo sistema para escribir chino con caracteres latinos. Sus traducciones de textos chinos fueron muy populares, y fue nominado varias veces para Premio Nobel de literatura.
Entre sus libros más conocidos figuran: “La Importancia se Vivir”, “Lo Mejor de un Viejo Amigo” y “La Viuda, la Monja y la Cortesana”, entre otros. Muy recomendable su lectura.
De LIN YUTANG es el siguiente texto: BARRIGA LLENA.
Tan básicamente gravita en nosotros este asunto de la comida y la bebida, que las revoluciones, la paz, el patriotismo, la comprensión internacional, nuestra vida diaria y todo el armazón de la vida social humana, están profundamente influidos por él.
¿Rousseau, Voltaire y Diderot, fueron la causa de la Revolución Francesa…?: ¡Nó: fue la comida!
¿Cuál fue la causa de la Revolución Rusa y el experimento soviético?: La comida, otra vez.
En cuanto a la guerra, Napoleón mostró la profundidad esencial de su cordura al decir que “un ejército pelea con su estómago”.
Y ¿de qué vale decir “Paz… Paz”, cuando no hay paz debajo del diafragma, en el estómago?
Esto se aplica a las naciones, así como a los individuos. Han caído imperios y se han derrumbado los más poderosos regímenes y reinos de terror, cuando el pueblo tuvo hambre.
Los hombres se niegan a trabajar, los soldados a combatir, las prima-donas a cantar, los senadores a debatir y hasta los presidentes a gobernar el país cuando tienen hambre.
Y ¿para qué trabaja y suda durante todo el día en su oficina el marido, sino por la perspectiva de una buena comida en casa.
De ahí el proverbio de que el mejor camino hacia el corazón de un hombre, pasa por su estómago.
Cuando la carne está satisfecha, el espíritu está tranquilo y más cómodo, y el hombre ama y aprecia más.
Se han quejado las esposas de que sus maridos no notan sus nuevos vestidos, nuevos zapatos, nuevas cejas o nuevas fundas de los sillones. Pero ¿se han quejado jamás las esposas de que sus maridos no notan un buen filete o una buena tortilla de huevo?
¿Qué es el patriotismo, sino el amor por las buenas cosas que comimos en nuestra niñez?
Esto es porque en los alimentos, como en la muerte, sentimos la esencial fraternidad de la humanidad.
¡Cómo resplandece un espíritu chino después de un festín! ¡Cuán fácil es que proclame la hermosura de la vida, cuando está bien lleno su estómago. De ese estómago bien lleno se desprende e irradia una felicidad que es espiritual.
El chino confía en el instinto, y su instinto le dice que cuando está bien su estómago, todo está bien. Por eso es que adjudico a los chinos una vida más próxima al instinto, y una filosofía que hace posible un más amplio reconocimiento de él.
La idea china de la felicidad es, pues, estar tibio, bien lleno, a oscuras y dulce.
Por esta misma razón, un poeta chino ha dicho:
“Un estómago bien lleno es en verdad una gran cosa. Todo lo demás es lujo.
Y nosotros, en orizabachayotero, para no quedarnos atrás en lo que respecta a filosofía popular, agregamos el dicho mexicano que dice:
“Barriga llena, corazón contento”.
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