SEDENTARIOS
¿DÓNDE SE INICIÓ LA AGRICULTURA?
¿CÓMO LOGRÓ EL HOMBRE SUS PRIMEROS CULTIVOS?
¿CUÁNTAS GRANDES CIVILIZACIONES AGRÍCOLAS SE DESARROLLARON EN LOS ALBORES DE LA HUMANIDAD?
¿CÓMO FUE LA SIEMBRA EN LOS PRINCIPIOS DEL MUNDO?
¿CÓMO SE COMPROBÓ EL INICIO DE LA AGRICULTURA POR EL HOMBRE?
En los primeros tiempos, el hombre se alimentaba y vestía con las pieles de los animales que cazaba. Y era ardua y en ocasiones peligrosa la tarea de sobrevivir.
Su inteligencia y sentido de observación, un dia le hicieron comprender que aquellos animales que constituían su alimento, a su vez se nutrían de plantas diversas. Fue así como llegó al conocimiento de que la naturaleza podría proporcionarle “todo” para subsistir.
James Melleart, eminente investigador, excavando en Catal-Huyuk, al sudoeste de Constantinopla, encontró pruebas concluyentes de que el hombre conocía ya, nueve mil años antes de nuestra Era, la agricultura, la alfarería, el tejido y ciertos rudimentarios principios de la metalurgia, aunque solamente se valía de herramientas de piedra finamente pulimentada.
El investigador se apoya en tres importantes argumentos: el clima propicio y la abundante vegetación de la cuenca mediterránea, la gran variedad y cantidad de plantas comestibles, y las estupendas comunicaciones para establecer más tarde el comercio e intercambio con otros pueblos.
Es sabido que en los albores de la humanidad, se desarrollaron tres grandes civilizaciones agrícolas: la del Valle del Indo, la de la Mesopotamia, con los Sumerios y, finalmente, la que floreció a lo largo del Nilo. Sin embargo, debió ser el inicio de la agricultura, el Irán (antigua Persia), ya que en esa región crecían agrestemente infinidad de albaricoques, peras, vides y muchos más árboles frutales.
Si recordamos, la estepa caucásica, situada al norte de Irán, está considerada como el país de origen del caballo, y tomando en cuenta que existen ahí, a flor de tierra, el estaño y el cobre, componentes de bronce, llegamos a concluir que el uso de estos elementos acabaría por facilitar el cultivo del suelo.
La siembra, en un principio, fue practicada arrojando la semilla y cubriéndola de tierra, pero con el tiempo y mediante los conocimientos de la metalurgia, el hombre removió la tierra con el uso de azadones toscamente fabricados, pero más útiles que los de piedra. Posteriormente se inventó el arado.
Dos son las regiones particularmente ricas en vestigios arqueológicos: la Mesopotamia, en el oeste, y la Cuenca del Indo, en el sudoeste. Entre las dos se encuentra la rica montaña Iraniana, en donde, se dice, existen los mejores domadores de caballos. Esto lo prueban infinidad de dibujos y pinturas rupestres que nos dan una idea del inicio de la agricultura por el hombre.
En Europa, en el “Museo del Hombre” hay interesantes esculturas toscamente labradas, y antiquísimos bajorrelieves al respecto.
Iraníes, Sumerios (estos últimos hicieron famosas las ciudades de la Mesopotamia, Ur y Obeid), y más tarde los Sirios y Fenicios, extendieron las tres ramas más importantes de los primeros agricultores, transmitiéndose sus conocimientos y adelantos de generación en generación, y estableciendo el más importante comercio de sus productos por todo el mundo entonces conocido.
Hoy en día, la agricultura, con sus adelantos, constituye una de las más bastas riquezas de todos los pueblos.
Desgraciadamente, en varios países, no se le ha dado la importancia que tiene, y se ha dejado de ayudar al campesino con la asistencia tecnológica que requiere, aunque debemos reconocer que, en muchos casos, el mismo campesino tiene culpa en ello, pues se dan muchos casos en que recibe su ayuda económica y no la utiliza para mejorar sus siembras y cosechas, dedicándose a malgastar los dineros recibidos y esperar pacientemente las siguientes remesas.
GRACIAS POR LEERME
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